Tramas

 Tabajé esta semana en un ejercicio para la Escuela Un libro es un libro, el taller que estoy cursando en este momento (¡y que me está sacudiendo las telarañas mentales!).

Para este ejercicio retomé la serie de fotos que en su momento llamé "Hilos". Era simple, una grilla de fotos, con un concepto, de formato cuadrado, con imágenes también cuadradas.

Pero este ejercicio, simple en apariencia, despertó en mi algo que estaba quieto desde tiempo atrás. Una búsqueda personal, un camino a través de todo lo que me encanta: libros, fotos, dibujos... Ideas expresadas de maneras diferentes, con un mismo deseo.

Ya quiero sentarme a trabajar, buscar, hacer, componer. Sentir que comienza un nuevo proceso. O un proceso antiguo que se había dormido y ahora despertó.




Lluvia






Cuando llueve, mejor dicho cuando para de llover, todo alrededor tiene un clima diferente.

Un clima de humedad, de gotas suspendidas. Un clima de reposo.

Tiempo de volver a la cámara, a las lentillas, a ese ojo que desea encontrar algo más.
 

Nuestro hacer


Pienso, mientra trabajo en esta pequeña taza de cerámica, en la importancia que tiene para mi este trabajo hecho a mano, con la impronta de mis dedos. Hay búsquedas, caminos, ideas, emociones, procesos, en este hacer.
Es una obra pensada para un otro, que le dará uso. Hay un profundo intercambio en ese acto. 
Una pieza, un dibujo, una pintura, un libro, hechos por un ser humano para otro ser humano.
Pienso, y creo, mientras trabajo en esta pequeña taza de cerámica, que por estos tiempos eso es, para mi, resistencia.


Lo que hago, lo que soy

 Durante mucho tiempo una pregunta me generó conflicto: ¿qué hacés? 

O, expresada de otra manera: ¿a qué te dedicás?

O, peor aún: ¿qué sos?

El dilema de tratar de explicar o de llenar algún formulario donde dice "ocupación". Es muy difícil poner en una o dos palabras todo lo que hago, todo lo que me gusta hacer. 

¿Debería poner diseñadora, porque es lo que estudié? ¿O docente, porque también tengo un título y ejerzo? ¿O ilustradora, porque desde hace décadas hago ilustraciones? ¿O sólo dibujante y punto? ¿O ceramista, porque hago piezas de cerámica? ¿O fotógrafa, porque amo hacer fotos y hasta tengo algún libro? Escritora no, aunque también escribí algún cuento y escribo siempre...

Incluso, me hizo preguntarme si correspondía hacer todas esas cosas. ¿No sería mejor centrar la atención y poner la energía en una sola actividad? Eso dicen... Pero no puedo.

Me resulta necesario, imprescindble, indagar en varias actividades. Todas se complementan, se nutren de las demás. No puedo quedarme en un sólo lugar. Es como viajar, exlorar y descubrir nuevas posibilidades.

No importa que no haya encontrado aún la palabra para nombrarlo, todo esto está en mi y forma parte de lo que hago y lo que soy. 




Magia


 Hace un tiempo, estaba sentada con mis hijos en el jardín en ese momento tan especial, cuando el día comienza a irse para darle lugar a la noche. Esa hora mágica, donde la claridad del sol que se oculta nos deja ver aún la silueta de todo lo que nos rodea, envuelto en un reflejo dorado. 

Hablábamos, y en esa charla descubrimos que los tres habíamos visto, alguna vez, una figura pequeña, que volaba cercana al árbol de palta. Supongo que fue una imagen fugaz, pero no pudimos dejar de sorprendernos y fantasear con la posibilidad de que alguien del reino de las hadas habitara nuestro jardín.

Fue en ese momento, cuando uno de mis hijos dijo algo que viene a mi todo el tiempo: "si fuéramos capaces de apreciar las maravillas del mundo que nos rodea no sería necesario pensar en hadas para ver algo fantástico".

Sin duda, nuestro mundo, aún en el pequeño espacio de un jardín, es sorprendente y maravilloso. Y acá estamos, día a día, desde el taller, confirmándolo.